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USA,
UCRANIA, BRZEZINSKY Y EL PODER DE EURASIA
Por
Álvaro
Montenegro Pinto (*)
La
Paz, Bolivia 25 marzo 2022
Zbigniew
Brzezinski fue uno de los personajes más influyentes en la política
exterior de EEUU. Oriundo de Polonia, Brzezinski fue Consejero de
Seguridad Nacional (1977-81) en el gobierno de Jimmy Carter.
En
1974, poco antes de ocupar aquel puesto, Brzezinski
también cumplió un rol importante en la creación de la “Comisión
Trilateral”: una organización internacional no gubernamental
dedicada a facilitar las relaciones entre EEUU, Europa Occidental y
Japón de la cual el empresario David Rockefeller fue su primer
presidente. Pero esa es otra historia.
En
1977 Brzezinski
publicó uno de sus más reconocidos trabajos: “El Gran Tablero
Mundial: La Supremacía Estadounidense y sus Imperativos
Geoestratégicos”. Siguiendo la teoría de la “Isla Mundo” del
británico Halford Mackinder –considerado el padre de la
geopolítica moderna– el libro desarrolla una comprensiva e
integrada geo estrategia de EEUU hacia Eurasia.
Para
Mackinder y Brzezinski,
desde que los continentes empezaron a interactuar políticamente hace
unos 500 años, Eurasia fue “el centro de poder mundial”.
Aquella
vastísima región –que incluye Europa, Asia y Medio Oriente– en
el tiempo que Brzezinski
escribió el libro, albergaba el 75% de la población y el 60% del
PIB mundial, como también tres cuartos de los recursos energéticos
conocidos en el mundo.
El
siguiente famoso aforismo de Mackinder resume su pensamiento: “Quien
controle Europa del Este domina el Corazón Continental; quien
controle el Corazón Continental domina la Isla Mundo; quien control
la Isla Mundo domina al mundo”.
El
control de Eurasia casi automáticamente supone la subordinación de
África y tanto las Américas como Oceanía quedan como periferias
del centro.
En
la historia reciente, fue el Imperio Zarista y luego la Unión
Soviética quienes lograron controlar casi en su totalidad el
“Corazón Continental”; es decir Siberia, Europa Oriental y Asia
Central.
No
obstante, como apunta Brzezinski,
la última década del siglo XX fue testigo de “un cambio tectónico
en los asuntos mundiales”. Por primera vez en la historia, un país
no-euroasiático emergió como primera potencia mundial.
Para
mantener la primacía de EEUU en Eurasia y por tanto a nivel mundial,
Brzezinski
argumenta que es imperativo que ningún oponente euroasiático sea
capaz de dominar Eurasia y por tanto desafiar a Estados Unidos. Y
escribe: “Todos los retadores políticos y/o económicos
potenciales a la primacía estadounidense son euroasiáticos.
Acumulativamente, el poder de Eurasia eclipsa ampliamente al de
Estados Unidos. Afortunadamente para EEUU, Eurasia es demasiado
grande para ser políticamente una”.
Hace
más de 40 años, cuando se publicó el libro, Brzezinski
señaló que era necesario evitar que Rusia forme una alianza con “el
actor principal del este” (China o Japón).
También
postuló que, sin Ucrania, Rusia deja de ser un Imperio euroasiático
y solamente podrá aspirar a ser un imperio asiático. No obstante,
si Rusia ganaría el control de Ucrania, Brzezinski
advierte: “con sus 52 millones de habitantes y grandes recursos
como también su acceso al Mar Negro, Rusia automáticamente gana de
nuevo los medios para convertirse en un poderoso poder imperial,
abarcando Europa y Asia”.
En
los últimos años las proyecciones de Brzezinski
fueron volviéndose realidad. El progresivo acercamiento de Rusia y
China –particularmente por dos proyectos conjuntos: Ruta de la Seda
y la Organización Económica de Shangai– representaron la
emergencia de un nuevo eje euroasiático capaz de desafiar la
primacía de EEUU en la región.
Por
otra parte, el actual conflicto Rusia-Ucrania es un importante
capítulo más de la más grande batalla por el principal premio
geopolítico a nivel mundial: el Corazón Continental y la Isla
Mundo.
(*)
MSc
Álvaro Montenegro Pinto. Politólogo y Analista Internacional
especializado en Medio Oriente. Es
autor del libro “A Role Theory Analysis of Turkey - Bolivia
Relations” (2021). Contacto: alv.montenegro@